viernes, 11 de febrero de 2011

I. Verdad, ficción y poesía

                       Escena ficticia de una vida inventada

Pensemos en los límites de la verdad y la ficción en la palabra poética. La verdad es una cepa de olivo en el centro de un pajar enorme, se encuentra abrigada de paja, pasto seco nacido para ser fuego, pasto seco cuyo vacío ya tiembla inestable. Su cometido es la llama. Una leve chispa puede hacer que todo arda.

     O puede que la chispa se detenga a unos milímetros de la paja, como congelada justo en el instante en el que salta, suspendida en el aire, y que nada prenda. En tal caso, las moléculas del pasto se agitarían aún más inestables intuyendo la llama, deseando que caiga. Pero no cae. Se mantiene en suspenso, congelada justo en ese instante. Vértigo. Es el modo gélido en que arden algunos poemas. La combustión helada. El sudor frío, la palpitación del precipicio. Cae y no cae, arde y no arde. Pero quema, arrebata.

     Desatadas las llamas o la combustión helada, la cepa de olivo se encenderá prieta o temblará de ardiente vértigo. Y todo el pajar acabará devastado, todo excepto la cepa, que quedará candente como un puño cerrado o un corazón turgente de sangre.

     La ficción funciona como pasto, envuelve la verdad, la protege. El olivo la necesita para estar vivo, para no morir en el olvido, de lo contrario yacería helado en la indiferencia.

     ¿Y la chispa? ¿Qué hay de la chispa? ¡Oh!, la chispa. La chispa es la magia que hechiza al poema. Emana de un abismo originario.

     El poema contiene entonces, cuando menos, cepa de olivo, pasto y chispa.


     Pero vayamos más allá. Planteémonos un caso extraño, que podría decirse “trucado”. Un poeta escribe unos versos que retratan una escena ficticia de una vida inventada. En ese caso, ¿dónde queda la verdad? ¿Todo es ficción? ¿Existe la chispa?

     Veámoslo más de cerca con el siguiente ejemplo. Un poema que contiene una escena ficticia de una vida inventada:

     Un día, Laura estaba triste. Muy triste. Sintió que perdía algo arraigado en lo hondo. En ese momento Laura podría haber escrito los siguientes versos, si hubiera sabido ponerle palabras:

“Un grano de escarcha inunda
mi pecho
y el hielo seco
como un pellizco
araña mi carne
y mis manos intentan sujetar
tu sombra
que se va

y se va y se va
y se aleja

los dedos trazan
con torpeza
un adiós en el aire

tristes

¡Oh! en las yemas abiertas yace
el cadáver de una caricia”


     ¿Ha logrado crear una verdad más allá de la suya propia? Si así fuera, ¿cómo lo ha hecho? ¿Imaginando la escena?, ¿empatizando con ella?, ¿imaginando los sentimientos o empleando emociones propias ya sentidas y luego pegándolas como pedazos haciendo que encajen en la escena inventada? ¿O en el fondo de todo subyace una verdad propia que, aun ficticia, quizá como posibilidad no realizada pero de algún modo ¿cuál? propia, le pertenece?

     No lo tengo del todo claro. Piensen. Opinen. Compartan.


 ** Aún nos quedaría considerar la posición del lector. ¿Qué lugar ocupa quien revive las palabras? ¿Qué hay del cuerpo que las siente? El cuerpo en el que arden. Esas cuestiones creo que merecen una reflexión aparte, así que mejor dejarlas para otro momento.

7 comentarios:

  1. Interesantísimo este espacio.

    Creo que la capacidad de empatía del poeta hace que cualquier situación ficticia se sienta como propia por lo que al lector le llega como si fuera auténtica. La cepa de la verdad, en ese caso, serían las emociones comunes a todos los mortales.
    El poema que has puesto es alucinante y te agarra como algo realísimo. Eso demuestra que el arte trasciende la propia experiencia. Pero si el poeta no supiera hacerla suya y expresarla no llegaría así, y sería algo falso y muerto.

    Y otra cosa ¿qué ocurre con la poesía que no parte de experiencia alguna ni sentimiento vital, sino de la combinación azarosa de palabras que llegan de la inspiración caprichosa del poeta? Ese, como veo, es el caso de mucha de la poesía actual que domina en la élite cultural. A mí me parece que ahí la cepa es casi inexistente, y por eso la poesía es opaca, no se siente como algo próximo...al menos para mí y para una mayoría de lectores de poesía ¿qué opinas?

    En los lectores el poema se multiplica en miles, millones de caras distintas o fuegos... Pero mejor lo explicas tú en otro post y nos deleitas otra vez.

    Enhorabuena por este excelente blog, ¡qué gran análisis has hecho!

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  2. Gracias, Volarela, has hecho que escriba sobre esa poesía de "combinación azarosa de palabras" o "inspiración caprichosa", pero antes debo subir la segunda parte de esta entrada, que todavía da de sí.
    Es interesante lo que planteas sobre esa poesía, que indicas que "no parte de experiencia alguna ni sentimiento vital". ¿Podría ser una poesía que trasciende nuestra vida?. Me parece que trasciende algo, al menos la lógica de sentido a que estamos habituados, aunque sigo pensando que no se desvincula completamente de la vida del poeta, que en el fondo está movido por un sentimiento vital e influido por experiencias vividas. Creo que el subconsciente juega un papel importante en esa poesía, las teorías freudianas podrían sernos de ayuda. Pero en todo caso, de algún modo esa poesía va más allá, trasciende una barrera de sentido que la sitúa en otro espacio dentro de este... Tendría que pensarlo detenidamente y analizarlo. Coincido contigo en que no tiene cepa :))) como bien has apuntado... cuando suba la entrada verás mejor lo que pienso xDD

    Por otro lado, hablas de una cepa de verdad empática. Buena síntesis. El poeta es capaz de empatizar, aunque en ese momento no se sienta así, y eso es lo que lo carga de verdad.

    Los lectores... uff, espero escribir otro pequeño ensayo sobre eso, un buen punto de partida podría ser esos miles de caras y fuegos que apuntas

    Gracias por tus ánimos, Volarela. Tu reflexión tira del hilo... XDDD

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  3. No es un tema baladí el que nos propones, da para otros cuantos cafés. A este paso, chiquillo de la mente inquieta, seremos insomnes (más):)

    Pero siguiendo con tu metáfora..., esa cepa, como célula madre posee la esencia, el punto de partida, el origen. Y puede quedarse ahí, pero sólo con ella(sin ningún elemento más) podremos crear un poema, que al fin y al cabo no deja de ser jugar a puzzles con las palabras.

    Ahora a nuestro poema, le añadimos la sola existencia de la chispa. Tomamos conciencia de su existencia, del deseo de alcanzarla. La chispa se contonea ante la cepa y nuestro poema podrá mostrar el baile seductor que nos ofrece la escena.Y si, gana en intensidad respecto al anterior que sólo contenía la cepa, pero sigue irresoluto, inconcluso.

    Probamos a añadir la paja. Con ella añadimos a su vez la posibilidad de materializar los deseos y el vértigo de saber que existe esa posibilidad. Ganamos más en intensidad, pero aún no dejan de ser elementos y posibilidades.

    Ahora bien,si esa chispa prende la paja y las llamas devoran incluso la cepa,entonces, y sólo entonces, ese poema al que hemos ido añadiendo ingredientes gozará de algo que carecían los anteriores, lo habremos dotado de ALMA. Habremos cerrado el círculo, partiremos de un todo(todos los ingredientes) que al fusionarse cargan de contenido en su más extensa acepción, al poema y llegará como una explosión al lector.Lo dejará "sin palabras", porque si eso ocurre es que ha sido atrapado por tu poema. Y eso, sólo lo consiguen los poemas con ALMA.(Sé que admite matices, pero como dices que ya hablaremos otro día del lector, lo dejo ahí)

    En coherencia con lo anterior, respecto al poema "trucado" podremos jugar a puzzles,imaginando, empatizando, recreando emociones y situaciones inventadas. Y quizá salgan buenos poemas(si, por qué no), pero carecerán de ALMA.Y se notará cuando, al leerlo,al leerlo tú mismo incluso, sus palabras no te acuchillen.

    Habla volarela de "la inspiración caprichosa del poeta", y yo creo que esa inspiración está intimamente relacionada, si no inherentemente, con la fusión de los tres elementos de la metáfora, o como mucho, con la presencia de los tres. Para el resto de las opciones, la inspiración no llega, se busca. Aunque ratifico el resto de su comentario en ese párrafo en concreto.

    Y ahora, me llevo mis neuronas a otra parte,no sin antes chinchinear(esta vez llegué a tiempo)por la buena salud de este lugar que promete grandes momentos.

    Beso!

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  4. Interesante planteamiento, Balooart. Describes un proceso de creación del poema a partir de la metáfora: 1º verdad-cepa, 2º chispa, 3º pasto. Y sólo cuando esos elementos se interrelacionan, se cierra el poema: llamas-alma. Cuanto más fuerte sean las llamas, más fuerza tendrá el poema.

    En mi opinión, la verdad-cepa por sí sóla no basta para hacer poesía, sí es suficiente para la filosofía. La chispa es esencial para crear la magia. El pasto, para que el fuego encienda la cepa.

    La cepa-verdad es el punto de partida, lo que nos impulsa a conectar con la chispa. La chispa nace de la incertidumbre. El pasto, antes de ser pasto (materia del poema materializado), ¡era las hojas y las ramas del olivo, por cuyas arterias corría una sabia hecha en parte de la misma esencia que la chispa, de la incertidumbre...! de eso habla la segunda parte del ensayo :))

    Gracias por el brindis :)) un beso

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  5. Oye, qué chulo este blog, de verdad. Se plantean cosas esenciales, que pueden ayudar bastante en el proceso creativo. Felicidades y gracias!!

    Daré mi perspectiva respecto a esto. En cuanto a los elementos de un poema, como bien dices cepa (raíz), pasto o ambiente donde vive el olivo que es también él mismo, y la chispa que suele moverle. Pero falta la savia que será imagino parte de la cepa, donde fluye la autenticidad ligada a todo como es el ser del olivo.

    La raíz contiene todas las escenas ya vividas, la memoria del corazón. El impulso que prende la chispa hace que desde ahí sus nutrientes pasen a sentirse y crecer dentro de él por la savia, río, que entremezclan todas esas escenas sean ficticias o auténticas . El olivo no está seco, brota cada vez más fuerte y verde, selecciona nutrientes. La chispa se da desde dentro. La cepa la hace circular por todo el cuerpo del olivo su belleza y de ahí sus frutos, la oliva que es lo que prende al campo. La misma chispa, su jugo.

    La incertidumbre se vuelve parte de su fluir, sus hijas las poesías u olivas, son fruto de un constante aporte de muchas chispas, aguas, pastos que laten en su raíz cuando la tierra las filtra en su experiencia de convertirse en otra cosa como es el olivo en su complejidad y complexión.

    Jaja, que botánico ha quedado… la verdad, yo cuando creo, intento ser como lo que he expuesto, un todo con todo, y encontrar la forma bella y sencilla de contarlo, las chispas imaginarias son olivos dentro mío muy distintos que casi desconozco, que acuden a mi pidiéndome que los recoja en algo homogéneo… lo mejor es estar en silencio, cuando esta la semilla dejarla que aflore sola, si se queda suspendida o con incertidumbre, dejarla ahí quiere que le hagas cosquillas o que arranques de una vez, si una hija olivita queda fea, ya se arreglará sola cuando crezca o si no será igual necesaria para quien sabe qué otros poemas.
    Lo mejor es pasarlo bien mientras hacemos nacer, entre quejidos y risas de los olivos.

    A pensar y a dar a luz. :D

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  6. Después de escribir esto, me fui a leer y me he encontrado un soneto de Octavio Paz que se parece a esto:

    Inmóvil en la luz, pero danzante,
    tu movimiento a la quietud que cría
    en la cima del vértigo se alía
    deteniendo, no al vuelo, sí al instante.

    Luz que no se derrama, ya diamante,
    fija en la rotación del mediodía,
    sol que no se consume ni se enfría
    de cenizas y llama equidistante.

    Tu salto es un segundo congelado
    que ni apresura el tiempo ni lo mata:
    preso en su movimiento ensimismado

    tu cuerpo de sí mismo se desata
    y cae y se dispersa tu blancura
    y vuelves a ser agua y tierra oscura.


    Parece que me escuchó, qué fuerza!

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  7. :))) Me encanta, es genial que cada uno saquemos nuestras teorías, nuestra forma de explicar lo que sentimos y escribimos xDDD

    estas reflexiones cierran el círculo del blog

    gracias, Noelia

    PD: curioso lo del soneto... muchos han hablado de esto antes, como lo hacemos ahora nosotros xDD

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